EMULSIONES
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ESPESANTES
En la cocina se han
utilizado desde siempre productos para espesar salsas, cremas, jugos, sopas,
etc. Los almidones, las féculas, la harina, son los espesantes que se han
empleado tradicionalmente, con el inconveniente de que se debe añadir una
cantidad notable, lo cual incide en el sabor final.
Con la familia
Espesantes presentamos Xantana, un nuevo producto capaz de espesar las
elaboraciones de cocina con una cantidad mínima, y sin distorsionar en absoluto
las características gustativas iniciales.
AIRES
Se puede conseguir
aire en alimentos que ya contienen lecitina, como la zanahoria, la remolacha o
la manzana, pero lo importante es que Ferran Adriá y su equipo descubrieron que
también podían obtener aire añadiendo lecitina de soja en cualquier liquido
licuado.
LOS SONIDOS DEL MAR
El prestigioso chef
británico Heston Blumenthal del restaurante The Fat Duck, nos cuenta paso a
paso la gestación del plato Sound of the Sea (El sonid o del mar), fruto de la
investigación que llevó a cabo junto a Charles Spence sobre la introducción del
sonido en la experiencia gastronómica.
![](http://3.bp.blogspot.com/-RPXRHood2UI/VFD5BqCY5HI/AAAAAAAAAMc/6r7-14eYJAA/s1600/SM.jpg)
Reunimos a un grupo
de asistentes del laboratorio para servirnos de ellos como conejillos de indias
sin contarles de qué iba todo aquello, cortamos por la mitad unas cuantas
ostras y les dimos a probar una mitad acompañada por el sonido del mar y la
otra por el de una granja. En todos los casos la experiencia de la ostra con el
sonido del mar resultó ser más satisfactoria y al comerla parecía más salada.
Aquello estaba lejos de ser concluyente; después de todo, los asistentes podían
suponer qué era lo que estábamos buscando e, inconscientemente, anticipar el
resultado (y las expectativas influyen sin lugar a dudas en el sabor), pero los
hallazgos eran lo bastante consistentes como para continuar profundizando en la
investigación.
En el Sound of the
Sea esta tecnología permite que la gente escuche las gaviotas como si realmente
estuviesen revoloteando por la sala. Cuando los comensales se insertan los
pequeños auriculares se ven transportados a una playa –el romper de las olas
contra la costa, el canto melancólico de las gaviotas– y ante ellos, en el
plato, está el punto de encuentro entre el mar y la orilla: la marca de la
marea y los desechos que deja tras de sí, los restos de espuma, las algas
varadas. Para reproducir la “arena” uno
de los aprendices sugirió utilizar un cierto tipo de harina de tapioca e
invertimos meses en probar y ajustar la textura y el sabor.
La visión, los
sonidos, los aromas, las texturas y los sabores de un plato pueden trabajar al
unísono para estimular los sentimientos que contribuyen a crear esa escena.